miércoles, 7 de octubre de 2009

Monumento a San Martín

Ejemplar e impecable. Así se puede resumir todo el proceso a Alberto Fujimori a lo largo de estos casi dos años en que los jueces César San Martín, Hugo Príncipe Trujillo y Víctor Prado Saldarriaga tuvieron un buen desempeño en favor de la justicia peruana. Ahora, Fujimori no solo es un asesino (porque fue condenado a 25 años de prisión por violaciónde derechos humanos) sino es un CORRUPTO -el término con mayúsculas para los fujimoristas que aún no lo entiendan-.

Para Keiko Sofía, la candidata a la presidencia del 2011, que estudió en Estados Unidos con la plata de los peruanos y cuyo único plan de gobierno es sacar a su padre de prisión, fue muy beneficioso que su progenitor no se expusiera, una vez más, a un proceso del cual sabía que no iba a salir airoso. Fue una jugada estratégica. Fue, como dijo Carlos Raffo, "no darle el gusto a sus enemigos políticos". (Supo muy bien que en vista que todo el Perú es enemigo de Fujimori, a todo el país le iba dar gusto que se haga justicia contra un corrupto, asesino y dictador). Lo quisieron evitar.

No le quedó otra opción que aceptar su culpa. Atrás quedaron los gritos de inocencia del 'chino' que jodió el Perú. Porque lo jodió dejando enraizada la corrupción en el Congreso y dejando el autoritarismo impregnado en el Gobierno. Lejos de esto, no hay más que felicitar la actuación de los magistrados que afrontaron con valentía este proceso. (Un poquito retardado el post por falta de tiempo. Pero tenía que ser publicado recordando quién es Alberto Fujimori).

Catia Gutiérrez Guerrero

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