viernes, 23 de enero de 2009

Caso Pómac: La brutalidad nos gobierna


El inteligentísimo ministro Hernani insinúa que somos menos inteligentes que los Estados Unidos; afirma que si los agentes de la CIA, con lo sofisticado de sus equipos, no pudieron prever el asesinato de Kennedy, nuestra policía menos podía atisbar que hubieron un par de francotiradores en el desalojo del poblado de Pómac, Chiclayo. Desalojo programado hace más de 6 meses.

Los certeros disparos del francotirador Hernani han dado en el blanco: la inteligencia, la responsabilidad política, el sentido común. El prepotente ministro del interior a demostrado que su sapiencia la usa para sacar del medio a sus enemigos personales y no para dirigir su cartera.Los policías fueron sin armas porque, según el ministro, iban a desalojar a niños, ancianos, mujeres indefensas, hombres pobres; es decir subestimaron al enemigo. Para la congresista Alcorta debieron ir armados hasta los dientes ya que se enfrentarían a un súper rival, o sea sobredimensiona al oponente. En ambos casos la planificación, la estrategia, la inteligencia escapa de sus discursos.

Cabanillas, Alcorta, Mulder y otros folclóricos congresistas culpan a las oenegés del desarme policial, “si hubiese un civil muerto los policías estarían en procesos judiciales interminables”, dice Mulder; “acaso no hay derechos humanos para los policías” reclama la rabiosa Alcorta; “donde están las oenegés caviares” remata Cabanillas. Como si el primer recurso del gendarme fuera el arma y no la inteligencia.

La PNP ha demostrado en innumerables ocasiones cuan eficiente puede ser: atrapando marcas, frustrando secuestros, repeliendo asaltos; cuando se le dirige con eficiencia. Pero los altos dirigentes policiales: generales, comandantes, los que no están al frente del cañón, los acusados de embolsicarse los vales de gasolina, el dinero del rancho, la compra masiva de bienes, ellos, sólo piensan en aprovechar situaciones como las que hoy se vive al norte del país para pedir más presupuesto, que mal administrarán, o para sacarse de encima a las instituciones que velan por los derechos humanos.

Bien haría el ministro Hernani en pagar el precio político de su ineficiencia: renunciar; y junto con él todos los responsables de ese informe de inteligencia que mando a los veinteañeros policías a la mira del asesino francotirador. Aunque eso es pedir demasiado a nuestro inteligentísimo ministro.


Miguel Yacolca García

miércoles, 14 de enero de 2009

Los 'Petroaudios' y sus implicados



Las consecuencias que ha traído la difusión de los 'petroaudios' son grandes. No solo grandes sino importantes. Primero con la publicación de la transcripción de los audios que implicaban al ex primer ministro Jorge del Castillo y que provocó la inminente caída de todo el Gabinete Ministerial. Segundo la formación de una comisión en el Congreso que al entrevistar a Rómulo León luego de su captura sus integrantes quedaron peor que el circo de Barnie en sus temporadas menos misias.


Ahora bien, este año no solo comenzó con el anuncio de incremento de sueldo de los ministros - vaya escena caricaturesca la de García brindando por las 48 horas de aumento - sino con la información de la fiscal de la Nación, Gladys Echaíz, sobre la captura de los presuntos 'chuponeadores'. En este caso lo más escandaloso del hecho fue que entre los implicados se encontaran oficiales y ex oficiales de la Marina como es el caso de Elías Ponce Feijoo. La explicación está en que los miembros del ejército y las FF. AA son los más conocedores de material de interceptación telefónica y por ello, sorprende aun más la actitud del ministro de Defensa, Antero Flores (tránsfuga de nacimiento), de defender con gran vehemencia a las instituciones castrenses y obviamente a sus integrantes como a Luis Giampietri que se encuentra implicado en este caso por ser un amigo cercano del ya famoso Ponce Feijoo. ¿Nos trae recuerdos que las interceptaciones telefónicas vengan desde las más altas esferas del Gobierno? Sí. El hoy procesado vaya que dejó enseñanzas a sus pupilos. Tengamos cuidado, el presidente de la República, aunque ha llamado 'malditos chuponeadores' a los capturados, no se ha pronunciado claramente al respecto y eso puede ser un indicativo de que, tal vez, no le interesa perjudicar a su entorno.
Regresando al segundo punto. Después de su primer espectáculo en el Penal para Reos Primarios, ex San Jorge, los integrantes de la comisión del Parlamento presidida por Daniel Abugatás hicieron su segundo ridículo: La presentación del informe final. No solo la declinación de Carlos Raffo en el último momento fue lo que sorprendió en ese grupo de trabajo, sino la incapacidad de sus miembros de poder llegar a un acuerdo o a un concenso en que pudiran demostrar cuán profesionales podían ser al asumir una investigación. ¿A quién han querido favorecer? Porque está clarísimo que lo que no han querido - la mayoría de sus miembros (Raffo, Yamashiro y Guevara) - es perjudicar a los ex ministros.
Exagerado o no, ese informe debió haber sido uno solo, mas no una lista de presentaciones incompletas, contradictorias y poco contundentes en sus argumetos como lo fueron las que presentaron los ya desprestigiados congresitas integrantes de la fenecida comisión.

Catia Gutiérrez Guerrero.

sábado, 3 de enero de 2009

García avala corrupción


Cuando pensabamos que el 2008 se había ido y había dejado atrás el tan escandaloso tema de los 'petroaudios', recibimos la información -extrañamente por parte del congresista aprista Edgar Núñez que se le dió por defender a militares violadores de derechos humanos- que estaban ocurriendo irregularidades en la entrega de 'ranchos' a efectivos policiales y que altos mandos de de esta institución estarían involucrados.
El día que esta denuncia salió a la luz, muchos integrantes de la clase política se mostraron a favor de que se realice una investigación profunda en esta 'repartición', incluso el presidente de la República mencionó, con su acostumbrado énfasis populista, que se debería sancionar a quienes se encuentren responsables de estos hechos. Sin embargo, ayer cambió de opinión y decidió suponer que había una conspiración en contra de la Policía Nacional del Perú, dejando entrever que había un deseo 'oculto' de dejar mal parada a la institución policial. Ante esto, el representante del Parlamento que hizo la denuncia- Núñez- se mostró aparentemente sorprendido y aseguró que continuará con esta investigación que más que congresal se ha vuelto periodística. Por estos acontecimientos, cabe preguntar:
¿Será que el presidente decidió no tener como enemigos a los policías, hagan lo que hagan?
¿Acaso recibió algún tipo de amenaza o presión para no apoyar una investigación en contra de los altos mando policiales?
Es raro. No obstante, lo que sí es claro es que no hay una verdadera política anticorrupción, mucho menos por parte del mandatario, ya que al parecer si decidió sacudirse de Romulo León Alegría, cuando se descubrió la presunta irregularidad en la concesión de lotes petroleros en favor de una empresa noruega, esta vez al inaugurar una comisaría en Lurín, decidió que tenía que llevarse bien con ellos para no perder popularidad ni apoyo por parte de las fuerzas del orden.

Catia Gutiérrez Guerrero.